La historia de GOLDNEEX es un viaje lleno de pasión, esfuerzo y resiliencia. Todo comenzó en el año 2000, en el corazón del Norte de Santander, cuando una familia visionaria decidió darle vida a un sueño: trabajar con el café, seleccionando y tostando granos de la más alta calidad para compartirlos con el mundo.

En sus primeros pasos, el proyecto se enfocó en el servicio de maquila de café tostado y molido, de manera artesanal y tradicional. Poco a poco, esa dedicación y disciplina fueron abriendo camino para que, en 2006, naciera su propia marca, con la cual comenzaron a conquistar paladares y a ganarse reconocimiento.

El camino no fue fácil. En 2010, debido al crecimiento de la demanda, tuvieron que reestructurar su planta de procesamiento y, en 2012, dar un salto tecnológico al pasar de maquinaria tradicional a semiindustrial, mejorando así la calidad y el rendimiento de su producción. La innovación siguió en 2015, cuando identificaron un nuevo producto derivado del café y lo incorporaron como parte de su línea de negocio.

El crecimiento los llevó en 2018 a pasar de un mercado local a regional, llevando consigo la esencia del café auténtico, pero en 2019 se enfrentaron a una dura prueba que los obligó a detener operaciones por circunstancias externas.

Lejos de rendirse, en 2022 decidieron retomar el camino con el servicio de maquila, y un año más tarde, en 2023, renacieron con más fuerza bajo el nombre de GOLDNEEX, estableciendo su sede principal en Girón, Santander.

Hoy, GOLDNEEX es mucho más que una marca: es símbolo de resiliencia, tradición y amor por el café. Una empresa que demuestra que, aunque los desafíos sean grandes, los sueños siempre se pueden reinventar y volver a brillar.